https://www.mallorcadiario.com/un-camarero-robot-llamado-juanito
Las nuevas tecnologías y el mundo de la robótica se van introduciendo poco a poco y de manera progresiva en diversos ámbitos del sector servicios. Uno de los ejemplos más recientes se encuentra en un restaurante de Peguera (Calvià), que desde mediados de este verano cuenta con un robot camarero.
Su nombre es Juanito y trabaja como camarero en el restaurante Pacific Bay, ubicado en la calle Ratolí de Peguera. Habla castellano, inglés y francés, entre otros idiomas. Es muy educado y se lleva muy bien con sus compañeros, que son once en total. Trabaja en horario partido y sus jefes están encantados con él. Su única particularidad es que no es un ser humano, sino un robot, que, por su diseño, se asemeja en cierta forma a los entrañables androides de las películas de ciencia-ficción de los años cincuenta.
Uno de los responsables del establecimiento explica a mallorcadiario.com que compraron dicho robot hace unos dos meses, “a principios de julio”. El personal del local “lo bautizó” entonces como Juanito y esa es la denominación con la que mayoritariamente es conocido en el restaurante. “Mi nieto de tres años, en cambio, lo bautizó como Rayo, que es el nombre de un coche en una serie de dibujos animados”, afirma con una sonrisa.
La empresa alemana que fabrica este autómata lo anuncia como un “robot camarero” de manera literal. “Lo compramos a través de una compañía española —Robot Componentes— que tiene su sede en Madrid y nos costó unos 12.000 euros“, indica el citado impulsor del Pacific Bay, quien añade que la idea de adquirir esta máquina surgió porque “entre la cocina y nuestra terraza ubicada frente al mar hay una distancia de unos 50 metros“, que es un trecho considerable para los profesionales que tienen que trabajar cada día en el exterior en los calurosos meses del verano.
AYUDA EN EL TRABAJO
Partiendo de esa premisa, los propietarios de este restaurante pensaron en cómo podrían quitar carga de trabajo a los camareros que desarrollan su labor en ese espacio concreto del local y que llevan los platos a los clientes desde la cocina hasta la citada terraza. “Nos planteamos si quizás una máquina podría ayudar en esa labor”, recalca el mencionado responsable.
Una de las características técnicas específicas del robot camarero del Pacific Bay es que cuenta con tres bandejas y que puede llevar ocho platos. “A priori, podrías enviarlo a cualquier mesa y el cliente cogería su plato, pero por supuesto no lo hacemos así”, especifica nuestro interlocutor, para apostillar: “Un robot nunca podría sustituir a un camarero”. De hecho, el autómata con que cuenta este establecimiento “no ha sustituido a nadie ni tampoco lo hará en el futuro”.
En ese contexto, el proceso de atención al cliente que se sigue es siempre el mismo. Un camarero se acerca hasta una mesa y le deja la carta al cliente, quien poco después hace su petición, por ejemplo un arroz y un agua. Cuando el plato ya está listo, el arroz y la bebida se ponen en el robot, que cubre el trayecto desde la cocina hasta un punto concreto de la terraza, en el que le dice al camarero: “Ya estoy aquí”. Dicho camarero coge el plato de Juanito y lo sirve al cliente.
UN MEJOR SERVICIO
A la hora de recoger luego los platos, se colocan en una caja, se ponen en el robot y este los lleva hacia la cocina del local, para que sean introducidos en el lavavajillas. “Esta máquina ha quitado carga de trabajo, lo que permite que nuestros camareros estén más tiempo en la zona de los clientes y tengan un mayor contacto directo con ellos”, destaca ese mismo empresario.
En el transcurso de cada jornada, son muchos los clientes que le hacen fotos o vídeos a Juanito, o los niños que juegan con él. Su horario de trabajo es de 11.00 a 18.00 horas y de 19.30 a 00.00 horas. Su éxito está siendo tan grande, que es posible que muy pronto tenga un nuevo compañero —o compañera— de sus mismas características cibernéticas, “que se ocuparía sólo de las bebidas”. Dichas bebidas irían en unas cubetas específicas protectoras, para que no se vuelquen, pues cuando un robot camarero camina y alguien se le cruza por delante, se frena de golpe, con el consiguiente riesgo de que una bebida pueda caerse al suelo.
Otra curiosidad de Juanito es que cuando él se detiene por el citado motivo, siempre hace el siguiente ruego a la persona que en ese momento tiene delante: “Por favor, déjeme pasar”.
EL CONTACTO HUMANO
“Un robot en un restaurante es un elemento curioso, sin duda, pero nunca podrá sustituir a un camarero en un negocio como el nuestro, porque siempre es necesario el contacto humano y contar con las sugerencias de una persona especializada“, valora el citado emprendedor.
El camarero robot es, en definitiva, “una buena herramienta de trabajo” cuando se precisa cubrir grandes distancias entre una cocina y una terraza que pueda estar situada, por ejemplo, a 50, 60 o 70 metros de distancia. “Desde hace ya varios años, máquinas como el lavaplatos o el cortafiambres han contribuido a agilizar determinadas labores y a eliminar carga de trabajo, al igual que lo está haciendo también ahora el camarero robot”, concluye.
Mientras tanto, Juanito sigue desarrollando cada día su labor con exquisita profesionalidad robótica, ajeno a la expectación y al creciente afecto cibernético que despierta entre los clientes del Pacific Bay.
https://www.mallorcadiario.com/un-camarero-robot-llamado-juanito